¿Cual es tu Equpo de futbol Colombiano Favorito?

miércoles, 9 de marzo de 2011

CDLM

TIEMPOS TURBIOS
Los últimos años del siglo XX, ya presagiaban los turbulentos tiempos que se avecinaban, cuando en 1998 Diego Umaña abandonaba las toldas embajadoras, dando paso a la fugaz transición de Francisco Maturana. Fugaz luego de siete pobres fechas en las que los continuos cuestionamientos por parte de la prensa bogotana no se hicieron esperar, apresurando la reincorporación del técnico santandereano Jorge Luis Pinto, quien luego de una campaña caracterizada por continuos altibajos, apenas se colaba en las semifinales, y que para la temporada del 99 cerró 11 del Apertura, cediendo su puesto a Luis Augusto García. 

El bogotano terminó tercero pero ante su convocatoria a la Dirección Técnica de la Selección Colombia, para el certámen del 2000 asumió Jaime ‘Flaco’ Rodríguez, quien tuvo un discreto comienzo en el torneo Apertura, ubicandose en la casilla número 4 de la tabla general. Una inesperada derrota por goleada 5-0, en el Metropolitano ante el Junior de Barranquilla, le significaría al exjugador azul su desceso como estratega y el consecuente nuevo arribo de Diego Edison Umaña, que esta vez prometía incluirse en las finales. Debido a las disposiciones de la ‘Dimayor’ este año la etapa era disputada sólo por cuatro equipos y Millonarios que acababa cuarto en el finalización y quinto en el reclasificación, resultó por fuera, frustrando las aspiraciones técnicas. 

Para el campeonato del 2001, Umaña es ratificado manteniendose hasta tres fechas antes de culminar el torneo Apertura y permaneciendo también en el noveno lugar de la clasificación.
 


Luis Augusto García regresa a Millos, tras el intento fallido por clasificar a la Selección Colombia al Mundial de Corea y Japón. Con el equipo logra el segundo lugar en el Finalización y disputa la fase semifinal con América, Once Caldas y Santa Fe, si bien el equipo no puede acceder a la final. El 'Chiqui' permanece para el 2002, pero los resultados deportivos no son los mejores, por lo que finalmente deja el equipo el 17 de febrero (luego de un empate sin goles frente a Santa Fe). Finalmente, el entrenador se retira de la dirección técnica embajadora luego de sumar un nuevo título -en esta ocasión internacional, sumado a los locales del 87 y 88- para el cuadro azul: la Copa Merconorte.
 
Arriba el estratega serbio-yugoslavo Peter Kosanovic, pero en medio de los constantes lios administrativos reflejados en el rendimiento deportivo, el equipo termina 13 en el Apertura. Tras comprobadas irregularidades, detectadas por la nueva Junta Directiva que llega en Mayo para completar un periodo que se hizo insostenible y que debía finalizar en marzo de 2003, el ‘Chiqui’ debe apartarse del Club, dejando encargado a su asistente el profesor Germán Gutierrez de Piñerez.

 

Con el ánimo de sanear la institución y de reposicionar al equipo, el Comité Ejecutivo decide nombrar en su remplazo al técnico José Eugenio Hernández, quien había conquistado los títulos de 1996, como Asistente Técnico de Fernando ‘Pecoso’ Castro y de 1998 y Apertura de 2000, como Director Técnico del Deportivo Cali. Con el onceno azucarero había alcanzado además el subcampeonato en el 98 de la ‘Copa Merconorte’ y el mismo honroso lugar en la ‘Copa Libertadores de América’ en la versión del 99.

Sin embargo y contrario a todo pronóstico el reconocimiento de un técnico de prestigio, no merecio una campaña conforme a los esfuerzos procurados por una directiva guiada por los principios de honestidad y amor por la institución y con siete partidos perdidos, cuatro empatados y sólo dos ganados, el 30 de septiembre, un dia después del 1 a 1, ante el Once Caldas oficiando como local, el técnico ‘Cheché’ Hernández junto con su asistente Jorge Amado Nunez, presentan su carta de renuncia cerrando así una serie de cuestionamientos a las manifestaciones de respaldo y ratificación emanadas por el Comité Ejecutivo.

Para dirigir provisionalmente los destinos azules, es designado el profesor Cerveleón Cuesta, quien venía desempeñandose como preparador físico con el Cuerpo Técnico anterior tras las renuncias de Herney Gómez y Luis Fernando Lastra. Cuesta sufrió dos derrotas ante el Tuluá en el ‘Doce de Octubre’ y el América de Cali en el ‘Campín’, pero luego de una ausencia prolongada de victorias, Millos vence al Envigado siendo visitante, con una única anotación del delantero brasileño Marcio Rodríguez Cruz. 
 

Resuelto el proceso jurídico de extinción de dominio del 29.15% de las acciones del club y con la participación resuelta del Estado colombiano, la afición, la prensa bogotana y la directiva azul, esperan con optimismo y ansiedad los vientos de renovación y el cambio propios que supone toda crisis, y que una vez superado el periodo que le abatió, Millonarios retome sus fueros y recupere la jerarquía que le condujo a convertirse en el equipo más laureado en la historia del fútbol nacional.


EN LOS 90'S
La década del 90 irrumpía con la globalización económica, el fervor por la nueva Constituyente colombiana, la penetración masiva de los medios electrónicos en todo el orbe, y la segunda participación de la selección Colombia en un mundial. En cuanto al rentado nacional, el campeonato reiniciaba labores después del in suceso y la interrupción del torneo del 89 tras el hecho trágico del árbitro interfecto Álvaro Ortega. 

Millos ostentaba el rótulo de campeón gracias a su estrella obtenida en el 88, se encontraba en dificultades económicas y los refuerzos serían pocos. Mientras por un lado la continuidad ratificaba al "chiqui" García como técnico, por el otro la salida de un gran arquero, Sergio Goycochea, sumada a la de otros baluartes, Carlos Enrique la "gambeta" Estrada y Eduardo Pimentel, obligaban a recomponer el equipo prontamente. Así, de la cantera emergerían Oscar Cortes, Bonner Mosquera, Harold Morales, Freddy León, y se incorporarían, Carlos Araujo del Junior, y Enrique Breydi.

El rentado se dividía en pentagonales de acuerdo a la distribución geográfica de los equipos, el conjunto albiazul ocuparía el segundo lugar del pentagonal y el primero del triangular, disputado con Junior y Cali.

Para el Finalización retornarían Mario Vanemerack, y se les diría adiós a Rubén Darío Hernández y a Germán Gutiérrez de Piñerez. La campaña no pudo ser peor, el cuadro albiazul resultó décimo y por supuesto, fuera de la gran final.
 


Para el 91 sale de la institución el "chiqui" García, dejándole dos estrellas a los azules. En su reemplazo retorna Eduardo Julián Retat, se incorporaran Oscar Córdoba, un arquero que, a la postre, haría historia en el fútbol nacional, el argentino Jorge Ramoa, y de las inferiores sube el bogotano Juan Carlos Niño. En el primer pentagonal Millos queda segundo, y en el triangular ocupa la misma posición enfrentando a Junior y Caldas, para en la reclasificación sumar el mayor número de puntos, obteniendo el primer lugar en el Apertura.
En el Finalización abandona la camiseta azul Mario Vanemerack y ficha el delantero Juan Jairo Galeano. Milllonarios ocupa el quinto puesto, entra al cuadrangular A, y queda eliminado de la gran final, mostrando altibajos a lo largo de su campaña. Lo más destacable, los goles de Iguarán y el "pájaro" Juárez, con 14 tantos cada uno.
 

Llegado el 92, la junta directiva decide prescindir de Retat y contrata como técnico al bogotano Moisés Pachón, los refuerzos serían Ariel Cuffaro Russo y Jorge Manuel Díaz, argentinos, el uruguayo Peter Méndez, los colombianos Henry Otero, Rubén Darío Yépez, y un jugador de sello azul, Ricardo el "gato" Pérez.

La novedad sería el ingreso del Envigado fútbol Club al campeonato, y el torneo pues, se dividiría en dos grupos respectivamente. Las derrotas en las primeras fechas, y el desastroso resultado atípico del 7-3 en el clásico ante Santa fe, fueron la causa principal para la salida de Moisés Pachón como entrenador del club. 

Asume entonces, Miguel Augusto el "nano" Prince, ex jugador del plantel, quien obtiene el cuarto lugar en el torneo Apertura, logrando una ostensible mejoría en el rendimiento del equipo. Para el Finalización se promueven a Osman López y John Mario Ramírez, y arriba el caleño Jairo Ampudia.
El cuarto es el lugar de identificación ya que una vez más se obtiene ese puesto en el torneo, pero así mismo logra afianzarse defensivamente y su arco es el menos vencido con 27 goles solamente En los cuadrangulares termina último quedándose nuevamente por fuera de la gran final.
Los albores del 93 traían una ruda crisis económica, razón que obligaba a la austeridad en las modificaciones. El "nano" Prince continuaba ratificado como técnico, salía Oscar Cordoba, y retornaban Hugo Galeano y Arnoldo Iguarán. Se ponían la camiseta azul un nacido de Galapa, Atlántico, que tenía un chanfle fenomenal, Edisón Domínguez, y un jugador con pinta de cavernícola pero que imprimía temperamento en la defensa, Orlando el "salvaje" Rojas. Millos por primera vez, enfrenta el Apertura con una nómina completamente colombiana, su puesto, otra vez sería el cuarto.
 



En el segundo torneo la junta directiva mantiene la nómina y fichan para el club un brasileño de renombre pero que ofreció muy poco al conjunto, José Ferreira Neto, y un chileno, Cristian Torres. El equipo no tuvo un óptimo nivel y queda quinto en el Finalización, alcanza a agarrar el cuadrangular, pero su rendimiento no fue el mejor, resultando tercero y eliminado de la final. 

El campeonato del 94 trae como novedad la contratación del yugoslavo Vladimir Popovic como técnico, campeón con el Estrella Roja de Belgrado, y subcampeón con el brillante Cali del "pibe" Valderrama. Los refuerzos para la temporada serían Orlando el "pony" Maturana, delantero de gran habilidad, Flaminio Rivas, uno de los mejores laterales derechos que ha tenido Millonarios, Armando Osma, bumangués, Harold Morales y Osmán López, ascendidos anteriormente en el equipo de primera división.

En el Apertura termina primero en el grupo A, y obtiene una bonificación de 0,75 detrás de Nacional, que obtendría la mayor bonificación. Para el Finalización Millonarios cuenta con los servicios de los bogotanos Raúl Ramírez Gacha, y John Mario Ramírez, jugador de grandes condiciones que debió llegar más lejos en el fútbol, el plantel se ubicó segundo y ganó 0,75 de bonificación, sumando un total de 1,50 para enfrentar los cuadrangulares finales, la lucha la disputó con Nacional, América y Medellín, resultando subcampeón y obteniendo el tan anhelado cupo a Copa. En el certamen internacional se destacaron Bonner Mosquera, Carlos Rendón, y Edison Domínguez, sin descontar la ofensividad que manifestó el equipo aparte del trabajo de todos sus gregarios, desde el arquero Eddy Villarraga hasta Arnoldo Iguarán. 

1.995 traería modificaciones en el campeonato, se jugaría a la par del calendario europeo, de septiembre a junio de cada año, pero para efectos del calendario, el primer torneo sería de nivelación y saldría un campeón, que sería el Junior, se vestirían de azul Jorge el "polilla" Da Silva, el arquero argentino Fabián Cancelarich, y se promocionaría de las divisiones inferiores a Leiner Orejuela, espigado defensa.
 
En la Copa Libertadores hace una buena campaña el equipo, ganando sus partidos de local ante Universidad Católica y Universidad de Chile, y al doblegar al Atlético Nacional de Medellín, termina primero de su grupo. En la segunda ronda enfrenta al Alianza Lima del Perú, partido en el que salió triunfante como local y empatando como visitante; posteriormente rivaliza con Nacional, igualando en Bogotá y cayendo en Medellín, lo que a la postre otorgó el cupo a semifinal al cuadro antioqueño.

Comenzaba el campeonato 95/96 dividido en dos torneos, el Copa Mustang I, que iba desde agosto hasta diciembre, y el Finalización, que abarcaba desde enero a mayo, para concluir en los cuadrangulares finales. Popovic sigue como técnico y se despiden del equipo Jorge el "polilla" Da Silva, Carlos Álvarez, defensa de buena labor con el conjunto, y es contratado el delantero Héctor Valoyes.
 

La campaña en el primer torneo es irregular, agria, desnivelada, el técnico Popovic abandona la dirección técnica en diciembre por problemas familiares, la institución decide reenganchar a Miguel Augusto el "nano" Prince, y la misión sería difícil, ya que el club cumpliría sus primeros cincuenta años, y no se le podía salir con un chorro de babas a la hinchada, con tal motivo la junta contrataría al último ídolo que tuvo Millonarios en materia de volantes, al chileno Ricardo Lunari, jugador de fútbol inteligente, que distribuía y generaba juego ofensivo cuando tenía la pelota en sus pies. También arribaron el delantero brasileño Marcio Rodríguez Cruz, y al antioqueño Guillermo Castrillón. 

Los embajadores se hacen inexpugnables como locales pero débiles como visitantes, lo que los lleva a una línea de rendimiento intermitente, que por poco los deja por fuera de los cuadrangulares finales.

Sin embargo como todo equipo grande, en mentado certamen impuso la casta y jerarquía y contra todo pronóstico clasificó en el primer cuadrangular, para enfrentar al Nacional, América y Cali en el cuadrangular final.

Una dupla de lujo, que brindó espectáculo y por momentos, lirismo futbolístico, la conformada por John Mario Ramírez y Ricardo Lunari, los explosivos goles de Marcio Cruz, el temperamento de Bonner Mosquera, los 19 tantos de Alex Daza, los mejores laterales del país en su momento, Flaminio Rivas y Edisón Domínguez, la estrella fue para el Cali, pero Millos jugó tan bien ese cuadrangular que no obstante, haber resultado segundo, la hinchada lo recibió como un campeón en el aeropuerto el 'Dorado', tras su victoria frente al Nacional en territorio paisa.

Destacable la labor de todos los jugadores y el técnico quienes no defraudaron ni al aniversario del club ni a su afición, convirtiendo éste subcampeonato en uno de los más alegres que la familia azul haya vivido.
Sin embargo no todo sería color de rosa para los azules, pues el Millos de Prince sucumbiría en el segundo semestre y terminaría hundido en el puesto 15 de la Reclasificación
 


Para 1997, Diego Edison Umaña se incorporaba para tomar las riendas del Ballet Azul. En una notable campaña finalizó segundo en el Adecuación detrás del deportivo Cali. Va adisputar las semifinales pero pierde el derecho a disputar la gran final por menor diferencia de gol con el Atlético Bucaramanga. Para ese rentado la Dimayor dispuso, que los empates siempre se definirían por penaltis y al ganador se le otorgaría un punto más.

 

Sin siquiera decir adios Umaña abandonó el plantel y en torno a múltiples especulaciones, asumió el ex-técnico de la Selección Colombia, Francisco Maturana, quien tan sólo cumpliría siete fechas como estratega y ya se retiraba dejando atrás una pobre campaña y la apatía de la Prensa.

El profesor que había llevado a Millonarios a conquistar el subcampeonato del 84, Jorge Luis Pinto, regresaba en 1998 pero tampoco lograría los resultados esperados, o por lo menos de manera regular, y cerraría octavo el Apertura y noveno el Finalización. Milagrosamente se introdujo en las semifinales y terminó eliminado detrás de Cali, Nacional y América.

En 1999 vuelve Luis Augusto García y el equipo vence un record de fechas como invicto. Termina primero el Finalización y en disputa de las finales, es sorprendido por el Independiente Medellín que le quita la opción de jugar la Final.



EL DORADO
La historia de la humanidad, plagada de hechos y momentos brillantes como el asombroso desarrollo de la orfebrería de las comunidades indígenas en la época de la Colonia, ofrece en materia de fútbol, una calenda que marcó un rotulo y una marca imperecedera: El Dorado.

El año de 1.948 dejaba a Millonarios en el cuarto lugar del campeonato, y la junta directiva, presidida en aquel entonces por don Alfonso Senior, quería armar un equipo grande y que diera títulos para la temporada del 49', por tal motivo, salían de la institución Policarpo Pérez, Orlando Gutiérrez, Manuel Tapias entre otros y era contratado Roberto "Cacho" Aldabe como técnico, quien por iniciativa propia insiste en traer a Adolfo Pedernera.

En aquellos tiempos el fútbol argentino se hallaba sumido en una huelga de jugadores de grandes proporciones, hecho que facilitaba la venida de estelares futbolistas al país. Es así, como gracias a la gestión del "cacho" Aldabe, de Mauro Mórtola, y de los directivos, para finales de mayo se ficha al "maestro" Adolfo Pedernera, quien a la postre, ayudaría a la consecución de los fichajes de Alfredo Di Stéfano "la saeta rubia", y de Néstor Raúl Rossi, ambos de River Plate y los mejores jugadores de Argentina en esa época.

En el mismo año se vincula al emblemático Gabriel Ochoa Uribe, que adelantaba sus estudios de medicina, al brasileño Danilo Mourman, al peruano Alfredo Mosquera, y a Oscar Corzo. Con dicha nómina se enfrentaba el torneo que sufriría el retiro del Deportivo Barranquilla. Millos llega al primer lugar con el Deportivo Cali, y se van, por primera vez en el fútbol colombiano, a la primera serie extra de dos partidos para definir título.


En la final Millonarios vence en ambos partidos, consiguiendo la primera estrella y consolidando como figuras a Pedernera, y Di Stéfano. Obtiene además el rótulo de la delantera más goleadora, con 103 goles, y el arco menos vencido, con sólo 35. Así, el equipo empieza a vislumbrarse como una perla preciosa.

Para 1.950 el campeonato se conformaría con 16 equipos, reaparecería el Junior de Barranquilla y harían su estreno el Cúcuta Deportivo y el Sporting. Al cuadro albiazul arribarían Julio Cozzi, arquero argentino, Raúl Pini, el paraguayo Julio César Ramírez, el uruguayo Victor Bruno Lattuada, y como hecho curioso, el club contrataría al escocés Robert Flawell y a los ingleses Billy Higgins, Roy Paul y Jack Hardley, europeos que jamás debutarían y volverían a su pais.

El 9 de Julio renuncia el "Cacho" Aldabe a la dirección técnica y es sustituido por Adolfo Pedernera como entrenador y jugador. El conjunto dejaría escapar puntos de local que le pesarían en la campaña y el título quedaría para el Deportes Caldas, seguido por Millos.

Vendría el año de 1.951 y una de las páginas más gloriosas del equipo azul, un mito enmarcado en el corazón del fútbol arte. El club ficha a Hugo Reyes, ex River Plate, Antonio "maestrico" Báez, y Reynaldo Mourin, y se conforma una nómina excelsa y lujosa, ya que de los 34 partidos jugados, ganaría 28, empataría 4 y perdería solo 2, obteniendo 60 puntos. Millonarios conquistaría su segunda estrella de manera rimbombante y sacando la no despreciable suma de 11 puntos al Boca Juniors, que terminaba segundo.

Ya teniendo una imagen consolidada a nivel internacional, el plantel es invitado a jugar 4 partidos en Bolivia de donde regresa invicto, vence al Bolívar por 3-1; al Litoral por 5-3; y empata con Ferroviarios 3-3, y con la Selección de la Paz por igual marcador. Se destacan en dicho torneo Di Stéfano, el "maestrico" Báez, Pedernera, Mourin; magos, ilusionistas, craks, ases que destilaban magia y portaban una camiseta azul en el pecho.



Posteriormente la divisa azul enfrenta a Racing y a San Lorenzo de Almagro de Argentina llevandose sendas victorias y manteniendose imbatible. No era ningún secreto que poseía una nómina espectacular, que era un equipo ultra ofensivo, compacto, estético, que brindaba vistosidad y goles, no en vano, el desaparecido locutor, Carlos Arturo Rueda lo denominaba el "ballet azul".

Grata sorpresa cuando el plantel recibe una invitación del Real Madrid para disputar algunos encuentros en el viejo continente, ofrecimiento que el club acepta, sólo sí juega un mínimo de cinco partidos. Comienza, pues, la danza más inolvidable que club colombiano alguno haya presentado en Europa, sería la estampa de unos verdaderos embajadores.

Debutaría contra el Valencia en el estadio de Mestalia con un empate sin goles, posteriormente perdería por 3-2 contra el Unión las Palmas, y pese al resultado el equipo dejaría una formidable impresión. El tercer partido jugado contra el campeón sueco Norrkoping en la cancha del estadio 'Chamartin' de Madrid, y empatado a dos goles, sensibilizó a la prensa española que otorgó el merecido reconocimiento a un equipo inolvidable: "Millonarios, auténticos artistas del fútbol asociado". Vendría entonces, el partido imborrable, la magia puesta en el césped, el fútbol arte hecho realidad, Millos contra Real Madrid, cotejo ganado por los embajadores por 4-2, con goles de Di Stefano (2), Pedernera y Báez, y el "ballet azul" enloquece nuevamente a Europa, sí, a Europa, difícil de creer pero era cierto. Y la prensa que no escatimaba elogios después del: "Millonarios, el mejor equipo del mundo" - "Lo más grande que ha visto Madrid: Millonarios de Bogotá."


El último partido, empatado a un gol en el estadio Sánchez Pijuán de Sevilla, le permitió al talentoso grupo coronarse campeón del torneo 'Bodas de Oro', del Real Madrid.
El "ballet azul " en todo su esplendor, haciendo gala del mejor fútbol del mundo, rúbrica difícil de alcanzar. Saludable entonces, recordar a los héroes de aquel torneo: Cozzi, Zuluaga, Rossi, Pini, Soria, Ramírez, Mourin, Báez, Reyes, Pedernera y Di Stefano. Los danzarines de un fútbol traído del cielo, de un brillo inigualado, el balón era el más útil de los instrumentos y ellos los más talentosos compositores.

El Real Madrid, humillado en su plaza, arriba a Bogotá para jugar la revancha, pero nada que hacer, debió resignarse a sufrir dos derrotas más. Sonaba ya el campeonato de 1.952 y del plantel salían Oscar Corzo, Victor Lattuada, e ingresaban Jorge Vanegas, Mario Fernández, y el uruguayo Alcides Aguilera.

Nuevamente Millos logró la delantera más goleadora del rentado con 71 goles en 28 partidos, la valla menos vencida con sólo 13 tantos, y un nuevo título. Para este mismo año el club cumple un gira internacional y recibe en su patio a equipos brasileros y argentinos cumpliendo una grata labor.



El campeonato de 1.953 traería sorpresas, ya que sería el último año de 'El Dorado'. Por problemas económicos América, Universidad y Deportivo Manizales no juegan el torneo, las grandes figuras del orbe futbolístico ya no vendrían por problemas de documentación, y el gran Millonarios empezaría a desbandarse. Alfredo Di Stefano ficharía para el Real Madrid, los gauchos Reinaldo Mourin, Hugo Reyes y el "maestrico" Antonio Báez, regresarían a su país de origen; los peruanos Ismael Soria y Alfredo Mosquera harían otro tanto, lo mismo que el uruguayo Alcides Aguilera.

Se incorporaron al conjunto Ramón Villaverde, Julio "shinola" Aragón, Roberto "tachero" Martínez y Oscar Contreras, el equipo consiguió su cuarto título, obteniendo además el rótulo de la valla menos vencida, con sólo 36 goles en 35 partidos.

El 4 de mayo arriba a Bogotá por primera vez River Plate de Argentina, el cuadro bonaerense gana por 3-1, posteriormente Millos viaja a Caracas para enfrentar la segunda edición de la "pequeña Copa Mundo", allí, en dos jornadas, derrota al Rapid de Viena 2-1 y 4-0; al Español 6-0 y 4-0; golea a River 5-1 y en un segundo partido empata 1-1. Luego del segundo encuentro contra el Rapid, Alfredo Di Stéfano abandona las toldas azules.

Queda pues, para los anaqueles de la historia, un plantel que brilló con luz propia como las estrellas, artistas que moldearon el fútbol arte y lo desplegaron por el mundo entero, danzando como los dioses y mostrando un único color en su camiseta, por supuesto azul.


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